Principalmente en Estados Unidos ha existido una fuerte influencia por la arquitectura mexicana, diversos arquitectos han construído edificios con una clara formalidad estilistíca de los edificios mexicanos.
En 1990, al designar el terreno para la construcción de una "nueva" Catedral para la ciudad, se quiso erigir como un monumento para la oración, por la reconciliación y la paz entre hermanos. El sitio de la Catedral, sin contar con una plaza propiamente dicha, tiene suficiente extensión como para organizar en sus alrededores eventos religiosos o sociales de amplia participación. Cuenta con un nutrido tráfico urbano, incluyendo varias rutas de transporte urbano colectivo (autobuses) que utilizan los fieles para visitar el templo.
En el siglo XXI, se enfrenta una severa crisis de identidad entre la sociedad mexicana, esto se ve reflejado en la construcción de los nuevos edificios y en los valores arquitectónicos de quienes los construyen. Sin embargo; es uno de los periodos históricos donde más obra se ha construído en los últimos años en este país, eso hace ver notables cambios en los arquitectos del siglo XX y en los nuevos arquitectos recién egresados de las instituciones mexicanas y extranjeras.
La nueva arquitectura mexicana tiene forma y conceptos de una globalización de mercado, aún se puede encontrar valores que recuerdan el varnaculismo manifestado en su colorido; la arquitectura del no lugar cada vez es más evidente en los espacios cotidianos de los centros urbanos del país, la tecnología y los elementos pre-fabricados de construcción levanta grandes edificios comerciales, parques de vivienda y áreas de recreación, así como espacios aeroportuarios de vanguardia, terminales de autobuses, estaciones de tren o de metro, grandes hoteles de lujo y arquitectura industrial.
El puente la unidad de Monterrey Nuevo León se le considera una obra de excelente calidad y programación de construcción, pero las escuelas de arquitectura del país consideran una falta de valores en los estudiantes y una falta de creatividad al observar similtud con el puente del Alamillo en Sevilla y el puente Erasmus en Rotterdam, Países Bajos.
El reciclaje de edificios es otra corriente que está valorando viejas estructuras industruales, coloniales o modernas para usos indefinidos que va de la vivenda, espacios para el arte y la cultura u oficinas gubernamentales o coorporativas, esta ideología trata de amenorar costos y recuperar formas del pasado.
Los edificios inteligentes y cooporativos son ejemplo claro de la arquitectura de vanguardia en México, forman parte de grandes proyectos urbanísticos de ciertos sectores o de grandes avenidas de las ciudades mexicanas, se caracterizan por tener sistemas de operación controlados por maquinas, como el aire acondicionado, la luminosidad, sistemas de suguridad, etc. Estos edificios mexicanos juegan a ser ciudades en si mismos con un control estrícto de las redes que hacen operar al mismo.
La industria turistíca también hace grandes aportes a la arquitectura de México, las grandes cadenas hoteleras juegan con el espacio y el diseño para convertir a los hoteles en verdaderos centros de entretenimiento, los adelantos tecnológicos se incooporan facilmente en la distribución del espacio, la arquitectura del paisaje y el diseño industrial son parte fundamental de los nuevos hoteles o reasorts que tienen el objetivo central de satisfacer la demanda más exigente.
Los eco-rascacielos son ya una realidad en algunos conjuntos urbanos del país, buscan tener menor demanda de energía y emplean ecotécnias industriales en la construcción, tratan de recuperar los espacios verdes e intentan aprovechar la energía solar; la eco-arquitectura mexicana parte del vernaculismo y se manifiesta con adelantos tecnológicos del siglo XXI de la arquitectura internacional. Esta corriente arquitectónica va tomando mayor influencia en las escuelas de arquitectura del país por una preocupación del cambio climático en el planeta.